Europa tiene un nuevo candidato a convertirse en "hombre fuerte". Se trata de Janez Janša, primer ministro de Eslovenia desde marzo del año pasado. Hasta hace poco tiempo Eslovenia parecía ser un lugar poco propicio para el surgimiento de un populista de derecha. Siempre fue la república mas desarrollada y rica de cuantas conformaron a la malhadada Yugoslavia. Su transición a la democracia en los años noventa fue paradigmática, en muy poco tiempo ingreso a la OTAN y a la UE y para principios del actual siglo gozaba de una economía rampante. Pero la crisis de 2008 frenó en seco este crecimiento y aumentó el descontento social. Más tarde se suscitaría una crisis migratoria. Con todo ello se dieron las condiciones para el surgimiento de un demagogo nacionalista.
Janša ya había sido primer ministro antes. Durante su primer gobierno (2004-2008) Eslovenia ingreso a la Unión Europa. Tuvo un efímero segundo mandato (2012-2013) marcado por acusaciones de corrupción. Incluso pasó un breve tiempo en prisión. Después llegó el drama migratorio europeo de 2015 y con ello Janša vio la oportunidad de reconvertirse como populista de derecha con un discurso de odio y de nacionalismo exacerbado. Ya como jefe de gobierno ha persistido con un su actitud incendiaria, sobre todo enfocada a tratar de difamar e intimidar la prensa. Lleva a cabo una agresiva campaña contra la libertad de expresión en redes sociales. Como Trump, recurre obsesivamente al Twitter para atracar cotidianamente a sus críticos. Acusa a medios de comunicación públicos de ser una "vergüenza nacional" y de ser demasiado "onerosos y privilegiados". Tanta provocación preocupa mucho a la ONG Reporteros Sin Fronteras. Esta campaña contra los medios recuerda el estilo de Trump, Orban, Chávez y otros populistas de por aquí y por allá
Eslovenia asumió el pasado 1 de julio la presidencia semestral del Consejo de la UE. Europa se encuentra dividida en una creciente pugna entre Este y Oeste, con los gobiernos de Hungría, Polonia y ahora Eslovenia como pretendidos defensores de la "Europa cristiana" frente a la "islamización". Los hombres fuertes de estos tres países fomentan el miedo, polarizan a la sociedad y asumen una política pretendidamente "anti-establishment" con tintes nacionalistas. No obstante, está por verse si Janša es capaz de perpetuarse en el poder. Su situación política es muy diferente a la de Polonia y Hungría. El Parlamento Esloveno está muy fragmentado. El partido de Janša no cuenta ni con el 30 por ciento de los escaños, muy lejos de la mayorías absolutas de Orbán en Hungría o del partido Ley y Justicia en Polonia. Además, la gestión de la pandemia ha sido muy criticada y el 70 por ciento de los ciudadanos están insatisfechos con la labor del gobierno.
Pedro Arturo Aguirre
Publicado en la columna Hombres Fuertes, 7 de julio de 2021